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La brillante lección de vida de una madre que le cuenta a sus hijos la verdad sobre Papá Noel

La brillante lección de vida de una madre que le cuenta a sus hijos la verdad sobre Papá Noel

-¿Qué hacer cuando Papá Noel no acierta con los regalos ?

¿Qué hacer cuando Papá Noel no acierta con los regalos ?¿Qué hacer cuando Papá Noel no acierta con los regalos ?

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Cuando los niños alcanzan cierta edad, empiezan a plantearse preguntas acerca de Papá Noel y los Reyes Magos. A veces, los propios amigos del colegio ayudan a incrementar las sospechas de que algo raro ocurre cada Nochebuena y cada 6 de enero. ¿Qué hacer al respecto? Prácticamente todos los padres se enfrentan en algún momento a esta delicada situación y cada uno lo resuelve como puede. Leslie Rush, una profesora de El Paso, Texas, tuvo la mejor idea que seguramente hayas escuchado nunca para afrontar esta situación sin que el niño se frustre. La mujer contó en redes sociales cómo convirtió este momento potencialmente traumático en un divertido y emocionante juego. Diversos grupos de Facebook no tardaron en compartir su original método [TRADUCCIÓN BAJO EL POST]: TRADUCCIÓN: En nuestra familia tenemos una forma especial de que los niños hagan la transición de recibir regalos de Santa a convertirse en Santa. De esta forma, la construcción de Santa no es una mentira que sale a la luz, sino una serie de buenos actos y de espíritu navideño. Cuando cumplen los 6 o 7 años, en cuanto empiezas a ver que comienzan a sospechar que Santa podría no ser un alguien real, es el momento en el que están listos. Entonces me los llevo a tomar un café a algún sitio. Pedimos las bebidas y les digo lo siguiente: "Has crecido muchísimo este año. No sólo eres más alto, sino que veo que tu corazón ha crecido también. [Destaco 2-3 ejemplos de comportamiento empático en el que haya tenido consideración por los sentimientos de los demás, buenos actos, etc.]. De hecho, tu corazón ha crecido tanto que creo que ya estás listo para convertirte en Santa Claus. Seguramente hayas notado que la mayoría de los Santas que ves son personas disfrazadas. Algunos de tus amigos puede que te hayan dicho que no existe Santa. Un montón de niños piensan eso, porque no están preparados todavía para CONVERTIRSE en Santa, pero TÚ LO ESTÁS. Dime las mejores cosas sobre Santa. ¿Qué es lo que Santa recibe por tanto trabajo? [Ahí le haces ver que no solo recibe "galletas", sino el buen sentimiento de haber hecho algo para otra persona]. Pues bien, ¡ahora TÚ estás listo para tu primer trabajo como Santa!" Asegúrate de mantener en todo momento un tono apropiado de secretismo. Después hacemos que el niño elija a alguien que conozca, generalmente a un vecino. La misión del niño consiste en descubrir algo que esa persona necesite, conseguirlo, envolverlo, entregarlo y nunca revelarle de dónde procede el regalo. Ser Santa no consiste en llevarse el mérito, sino en ofrecer desinteresadamente. Mi hijo mayor escogió a la "señora bruja" de la esquina. Ella realmente era horrible, tenía una verja alrededor de la casa y nunca dejaba que los niños entrasen si se les caía una pelota o un frisbee. En vez de eso, les gritaba que jugaran más tranquilos, etc. Él se dio cuenta de que cada mañana salía descalza a recoger el periódico, así que decidió que necesitaba unas pantuflas. Tuvo que espiarla para descubrir qué pie calzaba. Un sábado se escondió entre los matorrales y dedujo qué tamaño deberían tener. Fuimos a una tienda y compramos unas pantuflas calentitas. Las envolvió y le puso "Feliz Navidad, de Santa". Una noche, después de cenar, se acercó a su casa y le dejó el paquete en su portal. A la mañana siguiente, vimos cómo salía a por el periódico, recogía el paquete y entraba en su casa. Mi hijo estaba emocionadísimo y no podía esperar a ver qué pasaba después. A la mañana siguiente, cuando salíamos de casa, allí estaba, recogiendo el periódico con las pantuflas puestas. Él se volvió loco. Le tuve que recordad que NADIE podía saber nunca lo que había hecho, o si no no sería un buen Santa. A lo largo de los años, escogió un buen número de personas a las que regalar, siempre encontrando algún regalo único especialmente pensado para ellas. Un año, arregló su bicicleta, le puso un sillín nuevo, y se lo dio a la hija de uno de nuestros amigos. Esa familia era y es muy pobre. Le preguntamos al padre si le parecía bien. La cara de la niña cuando vio la bici en el patio con un lazo fue casi tan maravillosa como la cara de mi hijo. Cuando le llegó el turno a mi segundo hijo, el mayor se unió y me ayudó con el discurso introductorio. Los dos hacen regalos estupendos, por cierto, y nunca tuvieron la sensación de haber sido engañados, porque se les había incluido en un gran secreto: el Secreto de Ser un Santa.

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