Flooxer Now» Noticias

@gerardotc

Querido cromañón

Carta abierta de Gerardo Tecé a los machistas en el mundo del deporte.

-Carolina Marín celebra su victoria en el Mundial de bádminton

Carolina Marín celebra su victoria en el Mundial de bádmintonGetty Images

Publicidad

A ver, ya en serio, ¿qué mierda te pasa? ¿Una tía gana un oro en las Olimpiadas y a ti, que llegas asfixiado del sofá a la nevera, lo único en lo que se te ocurre pensar es, en si está buena o tiene pinta de machorra? ¿En si se maquillará en sus ratos libres? ¿En si es madre o no? ¿Le dará la teta al crío mientras rema en la canoa? ¿En si la campeona olímpica tendrá como referente a otro deportista hombre que explique lo bien que se le da ese deporte a la muchacha? ¿En serio cuando las ves recogiendo medallas de oro lo primero que se te pasa por la cabeza es qué trabajazo habrán hecho sus entrenadores hombres para que las niñas ganen? ¿De verdad? Si es así, te doy un consejo: cállatelo y disimula. Silba como si fueras normal y trata de pasar desapercibido. No digas en alto lo que piensas. Repito: no digas en alto lo que piensas. Como dice el anuncio de desodorante: no lo hagas, es raro. Mírate la muñeca. ¿Qué ves ahí? Un reloj, ¿verdad? Pues échale un ojo. Exacto. Estamos en 2016.

Lo de las Olimpiadas es sólo el síntoma de qué idiota eres. Haces lo mismo en tu día a día, en el trabajo, cuando vas por la calle. Tú no lo sabes, pero te has quedado muy atrás. Te pongo un ejemplo que puedas entender. Eres el equivalente al coche de Fernando Alonso en lo que viene siendo la evolución de la especie. Muchos te imaginan haciendo las escenas de baboseo arriesgado de una película de Ozores y Esteso y otros directamente creen que te alimentas de plátanos y cacahuetes. Lo siento, pero es así y alguien te lo tenía que decir. No me gusta tener que ser yo, créeme que no es agradable. Yo imagino que tu tema viene de que nunca has visto una mujer de cerca o que, si la has visto, no te has fijado bien, pero no son ni mejores ni peores que tú. Bueno, sí son mayoritariamente mejores que tú, disculpa, que he elegido mal el ejemplo. Lo vuelvo a enunciar. Las mujeres como tales no son ni mejores ni peores que los hombres en general. Son iguales y hay que tratarlas de la misma manera, con el mismo respeto. ¿Tratarlas con el mismo respeto? Tu cabeza ahora mismo debe de estar centrifugando, ¿eh? Sí, joder, centrifugar: eso que hace al final del todo la máquina que usa tu señora para lavarte los calzoncillos.

Se trata de mirarlas como seres adultos e independientes. Míralas como a tu cuñao, ese que lo parte pirateando el Plus y merece todo tu respeto. Pues igual ellas también hacen cosas que merecerían tu respeto pero no te fijas. Sí, ya lo sé, tú no las ves iguales porque ellas suelen tener tetas y pelo largo y tú también tienes tetas, pero estás cartoniano. Pero eso tampoco debe marcar una diferencia tan grande como para que las trates como muñecas hinchables con riego sanguíneo. En serio, tío, tienes un problemón con este tema y lo peor es que nos afecta al resto. La vida es un autobús lleno de gente y tú vas peyéndote todo el camino. No es cómodo para los demás. No está bien eso.

Por acabar con el deporte, que es tu fuerte. ¿Sabes que en estas Olimpiadas las mujeres de la delegación española han conseguido más medallas que los hombres? Menudo curro se han tenido que pegar esos tíos entrenadores, ¿eh? No, es coña, te estaba vacilando, te lo explico porque seguramente no lo hubieras pillado. Podía haber sido al revés, los hombres podrían haber ganado más medallas y eso tampoco hubiera significado nada, pero mira, resulta que en este caso ellas han ganado más. Aunque en la vida las Olimpiadas son lo de menos y tu problema no es cada cuatro años, sino diario, pilla ese dato de las medallas. Si te metes ese dato en la cabeza puede servirte de ejemplo para aplicarlo en tu día a día. Haznos el favor. No es por ti, que también, es sobre todo por los que te rodean.

Publicidad