Flooxer Now» Noticias

Liopardo

Entrevista a Elvis: "Estoy más vivo que un estampado de Agatha Ruiz de la Prada"

Entrevista a Elvis: "Estoy más vivo que un estampado de Agatha Ruiz de la Prada"

-Elvis Presley

Elvis PresleyGetty

Publicidad

Señor Presley,  ¿está vivo? No… ¡UUHH! Ay, qué susto. Haber elegido muerte. Pues claro que estoy vivo. No me ves, estoy aquí, sentado enfrente de ti, tan tranquilo, tomando un whiskey… Es una Fanta Zero. Bueno, sí, una Fanta. El médico me ha quitado el alcohol, pero yo le he quitado el fonendoscopio. Ojo por ojo. Aunque a lo que íbamos, que estoy vivo, más vivo que un estampado de Agatha Ruiz de la Prada. ¿No me ves? La pregunta es obligada, ¿por qué fingió su muerte? Por un asunto de faldas… Siempre fue un donjuán. No, no. Que invertí en una empresa textil todos mis ahorros. Una compañía que diseñaba y fabricaba faldas. Una pasada de bonitas. Pero llegó en la época del pantalón de pata de elefante. Las mujeres abandonaron las faldas. Y la compañía fue a la quiebra. Debía mucha pasta a Cofidís, así que tuve que desaparecer. ¿Qué ha estado haciendo todos estos año? He estado de aquí para allá. Estuve unos años en la India, que me cambió la vida. ¿Le cambió la vida aprender que esos niños no tienen nada y aun así son felices? Bueno, realmente me cambió la vida una diarrea crónica que pillé allí y que me hace ir con pañales desde entonces. Y qué más hizo… En los ochenta monté un videoclub de láser disc. Pero también se fue a la ruina en meses, está claro que lo mío no son los negocios. ¿Cómo ha conseguido que nadie te descubra durante todos estos años? Pues he trabajado en muchas gasolineras perdidas por todo Estados Unidos. Pero era un canteo, de vez en cuando algunos conductores se percataban, me miraban durante un rato y, aunque no se atrevían a preguntar, se iban muy mosqueados y después iban largando por ahí que se habían cruzado conmigo en una gasolinera. Con esos trabajaos me exponía demasiado. Así que tuve que tomar una decisión drástica para que nadie me reconociese… Se hizo la cirugía estética… No. Algo mucho mejor todavía. Me hice captador de ONG. Es el método infalible para que la gente cuando pasa por tu lado baje la vista y no te mire a la cara. Pasas completamente desapercibido aun estando rodeado de personas. ¿Qué es lo que más le ha molestado que se haya dicho de usted durante estos años? Lo que realmente me cabrea es que se confundan mi apellido con el de Isabel Preysler. Y que le llamen a ella Isabel Presley o a mí Elvis Preysler. Uff… se me llevan los demonios. No es tan complicado, ¿no? ¿Desde su puesta muerte se ha alejado totalmente de la música? Prácticamente. Pero tengo que confesar que he estado detrás de algunos proyectos musicales de éxito. ¿Recuerdas el dúo Los Caños?

 

Lejanamente. Son una creación mía… Qué me dice… Yo  asesoré a esos muchachos en casi todo. Su canción “Niña piensa en ti” está dedicada a mi mujer. Cuando conocí  a Priscilla era menor de edad y sus padres se oponían a nuestra relación, de ahí la letra que dice: “Niña, dulce niña, niña abre los ojos, siente amor. Piensa, solo piensa, piensa que eres joven, para dar tu amor”. Este tema fue un melocotanazo y puso en primera línea a esos chavales. Pero después de ese temazo los muchachos ya no me hicieron caso, teníamos disparidad de criterio musicalmente hablando. Optaron por seguir su camino, y no es por nada, pero así les fue. Conmigo hubiesen seguido arrasando. ¿Y no te gustaría subirte de nuevo a los escenarios? Bueno, te voy a confesar una cosa. Llevo años negociando con el Sonorama. Pero nunca puede ser. Primero que si ya tenían cerrado a Raphael, el año siguiente que si el Dúo Dinámico y así vamos. No tienen hueco para alguien como yo. ¿Qué te pareció la boda de tu hija con Michael Jackson? Aquello me pareció la polla. Emparentados el Rey del Rock con el Rey del Pop. Yo animé mucho a mi hija a que se casara con ese chaval. Michael me parece un gran tipo, admiro mucho su personalidad y su carrera. Habla en presente del Rey del Pop… ¡Ups! ¿En serio? ¿He hablado en presente? Bueno, no te puedo contar nada, pero sólo te digo que cuando te cruces por alguna plaza con un captador de ONG levantes la vista.

Publicidad